Debido a las condiciones climáticas existentes en esta temporada del año en el cantón Baños, provincia del Tungurahua, en la noche del día viernes 22 de agosto del 2008, se produjo una avenida torrencial o creciente en uno de los dos ríos que flanquean a este recurrido balneario del centro del país, el río Bascún.  Ésta avenida torrencial o crecida, tuvo su origen en el desprendimiento de una porción de tierra a una altitud de 2.197 msnm, en el sector conocido como Nahuazo, lo cual creó un embalse artificial y una ola de agua que descendió violentamente por el lecho fluvial citado.

Como efecto de esta avenida, se reportó la desaparición de dos niños, la destrucción del complejo turístico conocido como El Salado y de dos casas particulares ubicadas en el lado oriental del río; y, la afectación de la estructura de los dos puentes que cruzan el Bascún, en las dos únicas vías de acceso a la ciudad de Baños. No existe aún una evaluación oficial de los daños económicos ocasionados por este evento, pero una estimación preliminar es de alrededor de $700.000, incluida la reparación o reposición de los dos puentes afectados.

Conocida desde hace mucho tiempo por la población local como un área de peligro, la micro-cuenca del río Bascún ha sido escenario recurrente de situaciones de emergencia que han ocasionado problemas socioeconómicos de diferente magnitud.  Por su condición de drenaje importante de los flujos del  volcán Tungurahua; por su topografía escarpada; por la inestabilidad de sus suelos; y, por las condiciones meteorológicas imperantes en el lugar, esta pequeña cuenca y el río que la surca, constituyen uno de los focos de riesgo más significantes para la ciudad de Baños.

Este documento aspira a explicar la situación ocurrida desde la perspectiva de la gestión de riesgos, presentando los diferentes aspectos ecológicos, sociales e institucionales que han intervenido en la creación de la tragedia vivida la noche del 22 y madrugada del 23 de agosto del 2008 en la ciudad de Baños.  Es decir, se busca aquí establecer la forma cómo el riesgo y la vulnerabilidad social confluyeron en una situación concreta de emergencia.

Para este fin, se revisaron los protocolos y procedimientos operativos, y los planes de contingencia que han sido adoptados en el ámbito local y se analizó cómo éstos respondieron a la situación sucedida.  En base a las evidencias físicas existentes, se realizó también una evaluación rápida de las amenazas existentes en el área y se formulan los escenarios básicos de riesgo, siendo éstos los de carácter meteorológico y volcánico.

Se concluye en este documento que los protocolos utilizados por el sistema para el manejo de emergencias, no es apropiado para situaciones de riesgo inminente, pues establece un procedimiento que podría promover la dilatación administrativa de decisiones a adoptar.  En el ámbito local, es notorio que no se han establecido regulaciones para el uso del suelo de las áreas cercanas al cauce del río o de influencia de éste, o si existieran éstas, no se ha insistido en su cumplimiento.

En el plano institucional, este incidente meteorológico deja como tarea urgente la revisión de los dispositivos establecidos para el manejo de emergencias.  Para facilitar esa revisión, deberían responderse preguntas como  las siguientes: ¿Son adecuados los mecanismos de coordinación para manejar emergencias?; ¿Dan los protocolos existentes flexibilidad operativa para enfrentar las amenazas que se presenten?, ¿Cuál es el grado de autonomía que tiene el personal que debe manejar las emergencias?; ¿Existe continuidad operativo-institucional entre la STGR y los COE en sus diferentes niveles?

Finalmente, para la administración local del cantón Baños, el evento reseñado también deja algunas tareas pendientes.  Aspectos normativos relacionados con el desarrollo físico cantonal, como son los planes reguladores, las ordenanzas, y procedimientos administrativos deben ser revisados para establecer hasta qué punto éstos responden a las características y condiciones locales.  Es evidente que la concepción imperante en los dispositivos de prevención del riesgo hasta la ocurrencia de la avenida torrencial, fue la de que el proceso eruptivo era la única o al menos la más importante amenaza a monitorear.  Hoy se conoce que otros riesgos también se mantienen latentes debido a la configuración ecológica y topográfica de la región y no solamente en los flancos del volcán Tungurahua, sino también en los opuestos de las elevaciones vecinas, en las que similares configuraciones de relieve, podrían también sorprender a la comunidad con incidencias diversas de riesgo


C O N T E N I D O


=    Resumen Ejecutivo
=    Contenido

=    INTRODUCCIÓN
=    CAUSAS, CONTROL Y SITUACIÓN
       ACTUAL DEL EVENTO REPORTADO

=    El Entorno Natural del Área
=    Concatenación de Riesgos
=    Los Efectos Socioeconómicos y
       Situación de los Afectados

=    RELEVANCIA DE ESTE INCIDENTE
      PARA LA SISTEMATIZACIÓN DE LA    
      GESTIÓN DE RIESGOS EN
      EL ECUADOR

=    Los Protocolos y Procedimientos
      Operativos
=    Los Planes de Contingencia

=    EVALUACIÓN RÁPIDA DE AMENAZAS

=    Escenarios de Riesgo

=    Escenario 1: Riesgo meteorológico
=    Escenario 2: Riesgo Volcánico

=    RELEVANCIA DEL INCIDENTE PARA
      LA PLANIFICACIÓN LOCAL

=    CONCLUSIONES

=    BIBLIOGRAFIA



INTRODUCCIÓN

Debido a un período lluvioso típico de esta temporada en la zona de Baños, el día viernes 22 de agosto, aproximadamente a las 11:45pm, se produjo una avenida torrencial  o crecida en el río Bascún .  Ésta tuvo su origen en un deslizamiento de tierra ocurrido a una altitud de 2.197 msnm, en el punto geodésico WGS84  17720838 E – 9658580 N, que corresponde al sector conocido como Nahuazo, del cantón Baños, provincia del Tungurahua. El deslizamiento consolidó a un incipiente embalse artificial ya existente desde hace varios años y creó una ola de agua que descendió violentamente por el lecho del río. 

Como efecto de esta avenida torrencial, se reportó la desaparición de dos niños, la destrucción del complejo turístico conocido como El Salado y de dos casas ubicadas en el lado oriental del río; y, la afectación de la estructura de los dos puentes que cruzan el Bascún y que son los únicos accesos a la ciudad de Baños.  Para tener una idea del volumen de agua que descendió por el cauce del río, se señala que el nivel de ésta alcanzó el gálibo o altura del puente antiguo sobre el río Bascún, que se encuentra a unos 4 metros sobre el cauce del río.  Una estimación preliminar de los daños ocasionados es de alrededor de 700.000 dólares, incluida la reparación de los dos puentes afectados.

Este documento aspira a explicar la situación ocurrida desde la perspectiva de la gestión de riesgos, presentando los diferentes aspectos ecológicos, sociales e institucionales que han intervenido en la creación de la tragedia vivida la noche del 22 y madrugada del 23 de agosto del 2008 en la ciudad de Baños. 

CAUSAS Y CONTROL DEL EVENTO REPORTADO Y SITUACIÓN ACTUAL

El Entorno Natural del Área

La sucesión de edificios volcánicos  ocurrida en el área en donde hoy se levanta el volcán Tungurahua, ha creado un sistema orográfico modelado por flujos piroclásticos y laharíticos y depósitos de ceniza de erupciones ocurridas en períodos históricos y prehistóricos.  Debido a estas circunstancias geológicas, los alrededores del Tungurahua se caracterizan por tener un paisaje compuesto por depósitos volcánicos modelados por la acción del agua, por lo que se han generado drenajes profundos.  Una de estas áreas es la micro-cuenca del río Bascún, en el lado norte del volcán y que está emplazada en una superficie de 992 hectáreas que corren desde prácticamente el cráter mismo del volcán a los 5.033msnm., hasta los 1800msnm., en su desembocadura del río Pastaza, cubriendo así un curso de aproximadamente 6 Km. (Gráfico 1). El paisaje natural de esta micro-cuenca está conformado por una combinación de conglomerados rocosos y de tierras suaves, que generalmente se encuentran asentadas, en forma precaria, en antiguos flujos de lahares o piroclastos. Además, los declives elevados existentes, la permeabilidad de la tierra y la elevada pluviosidad del área, contribuyen a la inestabilidad de los suelos.  El caudal del río es pequeño, pero se incrementa significativamente en temporada de lluvias, lo cual ha creado ya alarmas de diverso grado en la parte baja de la micro-cuenca.  De los bosques de neblina que notoriamente fueron parte del área, solamente quedan remanente  a diferente altitud.  Buena parte de estos bosques han sido destruidos para dar paso actividades agrícolas.

Debido a la acción erosiva de las aguas, así como a la actividad volcánica, la micro-cuenca del río Bascún ha sido modelada por continuos flujos de lahares y piroclastos, y de deslizamientos de tierra, lo cual constituye una característica natural de esta área.  La avenida torrencial que afectó al complejo turístico de El Salado y al barrio Las Ilusiones, ubicados en el sector occidental de la ciudad de Baños, fue un evento más de esta sucesión natural de hechos geológicos, volcánicos e hídricos, que en forma ininterrumpida están creando y recreando el paisaje de esta región.

Sin embargo de que este territorio escarpado es escenario constante de cambios relativamente rápidos en su morfología, también es desde hace varias décadas, objeto de usos socioeconómicos, que han creado situaciones de riesgo.  Pese a ser un drenaje menor del río Pastaza, en el Bascún se han establecido 4 derivaciones de agua para uso poblacional y turístico , lo cual da una idea de la perspectiva económica que existe en esta micro-cuenca.  La construcción del complejo turístico de El Salado en la orilla del río, a mediados del siglo pasado, galvanizó un proceso socioeconómico que entre otros efectos, generó la ocupación de los flancos rivereños, aunque estos tienen con desniveles relativos de entre 10 y 100 metros con relación al cauce.  

Gráfico 1

EMERGENCIA EN EL BASCÚN

Análisis de la Avenida Torrencial Ocurrida el 22 de Agosto del 2008, desde la Perspectiva de la Gestión de Riesgos

Dr. Byron Real López
Vulnerabilidad Social y Riesgo
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Concatenación de Riesgos
La avenida torrencial que ocurrió el 22 de agosto del 2008, no fue un hecho aislado de riesgo.  Ésta tuvo su origen en un deslizamiento de tierra en la parte media de la micro-cuenca del río Bascún, en el punto geodésico WGS84  17720838 E – 9658580 N, a 2.197msnm. de altitud y que corresponde al sector conocido como Nahuazo.  De acuerdo con reportes técnicos y testimonios de moradores del sector, desde hace varios años se conoce ya de la ocurrencia de deslizamientos de tierra, avenidas y aluviones en este cauce hídrico .
Según un reporte del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN), el día 13 de Agosto del 2008 hubo una información de parte del señor Carlos Sánchez, Vigía Comunitario del volcán Tungurahua, sobre la ocurrencia de un deslizamiento de aproximadamente unos 80m. x 100m, en el mismo sitio en el que, según el citado señor Alfonso Guevara, existía ya un pequeño embalse.  Esta vez, el drenaje que mantenía en equilibrio a las aguas del embalse, quedó casi totalmente sellado, creándose así un dique natural que permitió la acumulación de las aguas.

El 15 de Agosto, técnicos del IG-EPN y del Centro de Operaciones de Emergencia de Baños, COE-B, realizaron una inspección en la que se verificó la existencia del embalse, el mismo que, según estimaciones de esta comisión técnica, fue producido por un dique de unos 10 m de ancho y una altura de “pocos metros”, que bloqueaba parcialmente el cauce del río Bascún .

En reunión del COE-B del 18 de Agosto, un representante del Observatorio Volcánico del Tungurahua , explicó sobre la potencial peligrosidad que revestía el dique creado, tanto para la seguridad de la población como de las obras de infraestructura aguas abajo .  De acuerdo con la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos de Baños, (STGR-B), las dimensiones del espejo de agua que se creó fueron de 35m. de largo por 25m. de ancho, según estimación efectuada el día 26 de agosto del 2008 (ver Foto No. 2)



Para comprender lo ocurrido en la última avenida torrencial, es conveniente anotar que ésta tiene como antecedente un hecho ocurrido hace varios años.  Un habitante de la zona, el señor Alfonso Guevara , relató que como consecuencia de un derrumbe de tierra de pequeña magnitud sucedido hace aproximadamente cuatro años, se formó un pequeño embalse, de unos 150 metros cuadrados en su predio, ubicado a una altitud de 2.200 msnm, junto al río Bascún.  Este embalse no causó problema alguno, pues ese lugar, por su poca accesibilidad, no tiene usos socioeconómicos y, además, inmediatamente de producido, se formó un drenaje con lo que sus aguas entrantes y salientes, se mantuvieron en condiciones de equilibrio.  Pasados cuatro años de sucedido aquel pequeño deslizamiento y embalse, el día 13 de Agosto del 2008, ocurre en el mismo sitio un nuevo deslizamiento de tierra.  Esta vez, el drenaje que permitía la evacuación de las aguas del embalse, fue taponado por el derrumbe, con lo que se crearon las condiciones para la avenida torrencial que nueve días más tarde ocurriría (Foto 1)
Tres días después de construido el canal de drenaje, se reportó la existencia de un nuevo deslave en el mismo lugar del represamiento, obstruyéndose casi completamente el canal de desagüe antes construido.  Efectuada otra inspección al área, se confirmó que el drenaje manual de las aguas, como el ya efectuado poco antes, era la labor más efectiva para esta situación.  Consiguientemente, con la colaboración del personal militar de la ESFORST, se profundizó el canal construido previamente, con lo que las aguas fluyeron con mayor rapidez y así se disminuyó la peligrosidad del embalse.

En la última inspección al área en la que ocurrieron los deslizamientos, realizada el día sábado 30 de agosto del 2008 por el autor de este reporte junto al propietario del predio en donde se encuentra el embalse  y a un técnico de la Secretaría Nacional de Gestión del Riesgo , fue posible ingresar, por primera vez, a la cola del embalse.  De esta manera pudo estimarse que el espejo de agua era más grande que el reportado inicialmente, siendo sus dimensiones aproximadas de 80m. de largo, por 20m. de ancho.
En principio, cuando la avenida torrencial ocurrió, el 22 de agosto del 2008, se asumió que este torrente se debió a la rotura del dique del embalse, pero en observaciones de campo efectuadas por el autor de este reporte junto a técnicos de varias instituciones , se determinó que la avenida torrencial fue, con alta probabilidad, producto del desplazamiento de agua producido por un deslizamiento ocurrido directamente sobre el espejo de agua formado y que por varios días se había estado incrementando por haberse tapado su drenaje.  Es decir, el evento del 22 de agosto, fue solamente una “ola” de agua dispersada, mientras que el dique original se mantuvo y se reforzó con derrumbes pequeños que posteriormente ocurrieron .
En vista de que luego de la avenida torrencial el embalse continuó aún sellado y con un incremento constante de su caudal, el día 26 de agosto se inspeccionó el área y se realizó una evaluación técnica por parte de especialistas del Municipio de Baños, de la Secretaría Técnica de Gestión del Riesgo; del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, INAMHI; y, del cuerpo de Ingenieros del Ejército.  Como resultado de esta evaluación, se determinó que la mejor forma de evacuar las agua del embalse era mediante la construcción de un canal de aproximadamente un metro de profundidad por unos 80 cm. de ancho, que atravesando todo el largo del dique, permitiera el drenaje de esta represa.  Esta labor se realizó con éxito al día siguiente, el 27 de agosto del 2008, con apoyo del personal militar de la Escuela de Formación de Soldados de la Fuerza Terrestre, ESFORST (Foto 4).
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Hasta la realización de los últimos trabajos de drenaje, el día 30 de agosto, la situación de acumulación de agua en el embalse fue estable, es decir, que la masa de agua represada se mantiene en un nivel de equilibrio, pues la alimentación de agua al embalse es compensada por el vertido de ésta

En base a las condiciones del área de la micro-cuenca del río Bascún, es razonable afirmar que aunque la situación de emergencia ha pasado, los vectores de riesgo en la zona se mantienen.  La concatenación de riesgos existentes, como son las condiciones de saturación de humedad en el suelo del área, la inestabilidad de los suelos, la pluviosidad y la acción constante del agua del río, que desciende por la cuenca, permiten anticipar que nuevos deslaves y represamientos pueden ocurrir en el corto plazo.   Siendo el descrito un proceso natural de transformación, existe un continuum de riesgo que debe ser monitoreado y alertado en forma permanente..
Los Efectos Socioeconómicos y Situación de los Afectados

La avenida torrencial que aquí se reporta causó daños que aunque no fueron socialmente catastróficos, si lo son para las familias afectadas. El efecto más grave fue la desaparición de dos niños de 4 y 7 años de edad, quienes se encontraban en su vivienda al momento de este evento natural.  Esta vivienda fue destruida por la fuerza de las aguas y los niños llevados por la corriente, sin que hasta el momento de elaborar este reporte, se los haya encontrado. La madre y hermanos de los niños desaparecidos, resultaron con heridas leves y, además, sufrieron un shock nervioso que demandó la atención médica especializada por varios días.

Los daños materiales consisten en la destrucción del complejo turístico de El Salado, la afectación de la estructura de los dos puentes que cruzan el río Bascún y dan acceso a la ciudad de Baños; la destrucción de una casa y la desestabilización de otra; y, pérdida de equipos médicos, de comunicación y enseres diversos de personas que atendían en el complejo turístico destruido .  El daño económico de los efectos de la avenida podría ascender a un monto aproximado de US$ 700.000, incluida la reparación de los puentes.

Representantes del Programa Vivienda Segura , acudieron inmediatamente al lugar de ocurrida la tragedia y en previsión de otra crecida súbita del río, evacuaron a ocho familias de la zona afectada, proveyéndoles de hospedaje temporal seguro, fuera del área de riesgo.  Por resolución de una reunión del Centro de Operaciones de Emergencia, COE, presidida por el Gobernador del Tungurahua , se concedió una vivienda a cada una de las dos familias afectadas, cuyas casas por encontrarse prácticamente junto al río, resultaron con daños mayores .  En la misma reunión se sugirió que las familias que perdieron equipos y enseres, podrían recibir préstamos del Programa de Crédito  para los afectados por el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, con lo cual podrían recuperarse de las pérdidas sufridas.

Por otro lado, se solicitó al Ministerio del Transporte y Obras Públicas la realización de una evaluación técnica de los dos puentes afectados para determinar si deben ser reemplazados o reparados.  Los planes en torno al complejo turístico destruido, de propiedad del Municipio de Baños, no se conocen aún, sin embargo el criterio técnico de varios especialistas es que no se lo reconstruya en el mismo sitio.
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